La palabra de Juan Carlos Mestre no conoce de formatos constrictores y por eso, a lo largo de su trayectoria, a veces es verso, música o imagen. Todos los animales -sus personas- somos libres en los sueños que dibuja, conviviendo en espacios que nos hablan de otra forma de habitar cada mundo.
Ars patetica
Me persigue un oficio solitario,
vigilar toda la noche una gacela
hablar sin seducir, no poseerla
y verla irse, oscura, al diccionario.
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